jueves, 14 de junio de 2018

Cookies con copos de avena y chocolate

Quienes me conocéis bien sabéis que normalmente en mi casa los domingos toca “galletear“. Es divertido, la peque se lo pasa genial y así tenemos un control sobre lo que nos llevamos a la boca.
Leer las etiquetas de la mayoría de las galletas (me da igual que sean con gluten o sin gluten) es para echarse a temblar. Nunca sabemos exactamente qué nos estamos echando al cuerpo. Para empezar entre las grasas siempre suele aparecer el aceite de palma, o directamente la leyenda “grasa vegetal” sin más. Señores, grasa vegetal es el Aceite de Oliva Virgen Extra, y dudo mucho que las galletas habituales lo contengan. Después llega el turno de los E, que salen variados con diferentes números y de los que poco conocimiento tenemos. Sin olvidarnos de emulgentes, gasificantes y una cantidad de azucares que en la mayoría de los casos exceden el máximo permitido diario si nos tomamos un par de galletas digamos “saludables”.
Si nosotros hacemos las galletas en casa podemos controlar (hasta cierto punto) los ingredientes que ponemos. Por ejemplo, evitamos los conservantes, los colorantes (salvo si queremos hacer alguna excepción), yo utilizo harinas que provienen de cultivo ecológico. Me gustan las galletas con mantequilla, por qué evitarla si ponemos la cantidad justa y es de buena calidad. Y controlamos también la cantidad y calidad de los azucares que llevan.
Estoy observando últimamente que las galletas se han convertido en un tentempié habitual, y que los niños comen galletas al desayuno, en el recreo, a la salida del colegio… Las galletas, al igual que sus primos los bollos deben ser consumidas con cierta moderación. Y es cierto que los niños se echan cuatro carreras en el parque y “queman” todo lo que han comido y más, pero en adultos este tipo de picoteos pueden ser muy perjudiciales. No soy dietista, ni nutricionista, sólo intento cuidar lo que comemos en casa.
Antes de que me preguntéis sobre el consumo de avena y la dieta sin gluten os voy a explicar que la avena en sí misma no contiene gluten, pero se contamina en el proceso de elaboración. Por eso hay que ser muy cuidadosos y utilizar avena y sus derivados que lleven siempre la leyenda “sin gluten”.
Y sin soltar más rollo voy con la receta que es una adaptación de una receta de galletas que tiene en su blog Marisa Famalap y que son las más habituales en casa cambiando el tipo de harina proteica que utilizamos conseguimos texturas y sabores diferentes.
Ingredientes:
50 gramos de mantequilla en pomada
50 gramos de azúcar (yo utilizo azúcar moreno)
1 huevo M
Pizca de sal
Aroma de vainilla
50 gramos de almidón de maíz
50 gramos de almidón de mandioca (vale dulce o agrio yo pongo dulce)
50 gramos de copos de avena
Virutas de chocolate (cucharada sopera o más depende de lo chocolateros que seáis)
Punta de goma xantana (si no tenemos no pasa nada)
Levadura de repostería (cucharadita de café)
Preparación:
Mezclamos la mantequilla con el azúcar, si lo pulverizamos en la Thermomix será más fácil si no lo hacemos no pasa nada. Cuando esté bien integrado añadimos el huevo y seguimos trabajando hasta que esté todo bien mezclado. En esta mezcla añadimos la sal y el aroma de vainilla. También podemos sustituir parte del azúcar por azúcar vainillado.
Por otro lado pesamos todos los ingredientes secos los mezclamos bien y los añadimos poco a poco a la mezcla anterior. Trabajamos primero con cuchara y terminamos volcando sobre una superficie y amasando con la mano. Al principio puede parecer que no vamos a conseguir integrar toda la harina pero trabajándola veréis que se consigue. Cuando la masa es homogénea la dejamos reposar media hora en la nevera envuelta en papel film. Un truco que os puede salvar cuando vais con prisa es meter la masa en el congelador, eso acorta bastante los tiempos.
Cuando vamos a formar las galletas precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Formamos las galletas haciendo bolas y aplastándolas, yo les puse unos copos de avena por encima para que queden más estilo avena. No es una masa que se estire bien con rodillo aunque podéis.

Con las cantidades que os pongo salen más o menos 12 galletas, podéis doblar las cantidades tantas veces como queráis. Cuando quiero hacer varias tandas de galletas utilizo las dos bandejas de horno para ir sustituyendo una por otra y así aprovechar al máximo el tirón de luz que da el horno.
Horneamos durante 12 a 15 minutos, aquí como siempre os digo hay que conocer bien el horno y calcular nuestros tiempos. También depende del grosor que le demos a las galletas. Dejamos enfriar en rejilla y ya tenemos nuestras galletas de avena.


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